Hoy en mi Blog escribo sobre ese arte de trotar y a la vez invertir. Ustedes dirán en que inviertes cuando trotas Leroy? Les puedo responder que en mi salud queridos lectores, esa salud que gozará luego de mi tiempo comprado.
Les cuento una anécdota particular. Fíjense ustedes que en el año 2009 a mediados de Marzo tuve una operación de apéndice complicada. La cual duro más de un mes para la recuperación, todo debido al sobrepeso que tenia para esa época. No conseguían la apéndice por el grado de grasa que tenia en el abdomen. Una vez recuperado, en casa con mi familia que me cuido; me dije debo mantener el peso que tome luego de estar con la dieta post-operatorio. Comencé a trotar y hasta hoy en logrado hacer un hábito del trote, he podido trotar 12k. No asisto a evento o maratones; sólo lo hago por salud.
Alli meditó, rezo, hablo con Dios y planificó mi vida. Pero cuando troto invierto en mi salud, eso hace que pueda tener mañana más y mejor vida. Ahora les puedo decir, que bajo el riesgo de diabetes, hipertensión o cualquier enfermedad que este relacionada al exceso de grasa en el cuerpo. Eso evita a futuro enfermedades que sean costosa para quitar, mantener o evitar por no hacer ejercicio. Alli invierto en mi salud y ahorro dinero a futuro. Que haría yo con muchísimo dinero pero enfermo por no haber tomado precauciones. La salud es una de las inversiones que cada uno de nosotros debe hacer. Así podremos tener la salud deseada para poder comprar y disfrutar más el tiempo que es mi objetivo de vida.
A su vez el trotar ayuda a superarte a querer ser mejor y poder crecer internamente. Ahora un anécdota de Haruki Murakami. "En 1982, tras dejar el local de jazz que regentaba y decidir que, en adelante, se dedicaría exclusivamente a escribir, Haruki Murakami comenzó también a correr. Al año siguiente correría en solitario el trayecto que separa Atenas de Maratón, su bautizo en esta carrera clásica. Ahora, ya con numerosos libros publicados con gran éxito en todo el mundo, y después de participar en muchas carreras de larga distancia en diferentes ciudades y parajes, Murakami reflexiona sobre la influencia que este deporte ha ejercido en su vida y en su obra. Mientras habla de sus duros entrenamientos diarios y su afán de superación, de su pasión por la música o de los lugares a los que viaja, va dibujándose la idea de que, para Murakami, escribir y correr se han convertido en una actitud vital. Reflexivo y divertido, filosófico y lleno de anécdotas, este volumen nos adentra plenamente en el universo de un autor que ha deslumbrado a la crítica más exigente y hechizado a miles de lectores.
Haruki Murakami relata los obstáculos físico y psicológicos que todo corredor debe superar en algún momento para superar sus límites, porque "el único oponente al que tienes que batir es a ti mismo, a como solías ser antes". Y es que este deporte no se basa en vencer a tus contrincantes durante la carrera siendo más rápidos que ellos, sino de superarse a uno mismo, de mejorar con el único propósito de cruzar la línea de meta sabiendo que durante esos 21, 42 o 100 kilómetros sabiendo que todo tu esfuerzo se ha visto recompensado, con independencia de tu posición o la marca del reloj, números carentes de valor cuando has logrado la mayor de las victorias, tal y como describe el propio Murakami:
"La mayoría de los corredores están motivados por un objetivo individual, un tiempo al que batir. Si puede batirlo, un corredor sentirá que ha cumplido su objetivo... incluso si no lo consigue, mientras tenga la satisfacción de haberlo hecho lo mejor posible, y posiblemente, de haber descubierto algo nuevo de si mismo en el proceso, eso en si mismo ya es un premio".
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